El proceso licitatorio del centro de deportes invernales de San Martín de los Andes, Chapelco, está al rojo vivo. Al abrirse los sobres había 7 oferentes, con la curiosidad de que uno de ellos pertenecía al famoso ex conductor de la TV, Nicolás Repetto, pero al paso de los días cuatro de ellos se bajaron y continúan en disputa sólo tres grupos.
Uno de ellos es del Grupo Trappa, concesionarios del Cerro Catedral en Bariloche (y al parecer los más fuertes en la contienda), otro es Plumas Verdes, prestador turístico consolidado hace décadas en la zona (actual concesionario de varios campings y de una ruta comercial en el lago Lácar) y el tercero, Alto Chapelco, es el de los hermanos Santiago y Mariano Casanova, esquiadores profesionales, instructores nacionales y referentes del nuevo empresariado local, quienes sumaron a su sociedad a la ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini. Responsable de la radarización satelital del aeropuerto de Chapelco, ubicado a pocos kilómetros del centro de esquí, Isela Costantini atrajo al equipo a Desarrollos Norte SA, una empresa de inversión y negocios vinculada comercialmente con el grupo editor de La Nación.
Los hermanos Casanova conforman un grupo societario con la ex CEO de Aerolíneas Argentinas denominado Alto Chapelco, más Desarrollos Norte SA (vinculada comercialmente con el Grupo La Nación) y S+R Gestión de Negocios, de la familia Cinalli.
El ministro de Turismo, Gustavo Fernández Capiet, capitanea el concurso con mano firme y sólo expresó al medio Letra P que en el Ejecutivo están “muy conformes” con el terceto de postulantes que obligaron a un análisis muy fino en la recta final.
El gobernador Rolando Figueroa no ocultó su entusiasmo frente a los oferentes, a los que por su peso dijo que invitará “permanentemente” a que puedan participar en “distintas licitaciones que vienen”. Mucho más que premio consuelo.
El Grupo Trappa apareció de antemano como el ganador, pero al abrirse el primer sobre se abrió el juego a competidores serios. De siete empresas pasaron a cuatro y el tamiz las llevó a tres.
La familia Trappa es dueña del holding Vía Bariloche, uno de los tres principales transportistas del país, y posee además una importante cabaña ganadera en La Pampa, entre otros negocios. Cuenta con un plus de jerarquía, porque a través de la empresa Catedral Alta Patagonia (CAPSA) es concesionaria hasta 2056 del complejo de la montaña de Bariloche, el mayor del continente. Además ganó en 2019 la concesión de La Hoya, el complejo invernal de Esquel en Chubut. Lo hizo con una subsidiaria de colectivos del grupo, Don Otto, la misma firma con la que se presentó para la licitación de Chapelco.
Los Casanova, por otro lado, no llegan desde el apellido tradicional ni desde las cumbres del poder, sino desde la montaña y el trabajo. Su padre fue guardaparque y su madre era Laura Chapitel, reconocida artista plástica, cuyo nombre lleva la sala municipal de exposiciones. Los hermanos ya tienen experiencia en la administración de espacios turísticos manejan el Parque de Nieve C4, un emprendimiento con un convenio privado con la comunidad Curruhuinca, ubicado a pocos metros de Chapelco.
Además, ganaron recientemente la licitación del camping Pichi Traful, una concesión por 20 años otorgada por el Estado Nacional, en el camino de los Siete Lagos.
La puja por Chapelco es mayor, tiene una dimensión sideral y hay mucha expectativa en San Martín de los Andes. La licitación abarca un contrato por 25 años (con posibilidad de prórroga por cinco más) para la explotación integral del centro de esquí con los medios de elevación, edificios, mantenimiento, planificación y operación del complejo.
El nuevo concesionario deberá estar designado antes del fin de semana largo del 20 de junio, cuando se espera lanzar una temporada récord en cantidad de nieve y movimiento económico.