Desde hace algunos años los movimientos ecologistas y los Partidos Verdes, entre otros actores, abogan por la reducción del uso de medios de transporte que utilizan combustibles fósiles ya que contaminan el medio ambiente. Así fue que hasta se impuso hace unos años el lema de “vergüenza de volar” (fly shame) que impactó más fuertemente en los jóvenes de la Generación Z y los Millennials, que reemplazaron los viajes en avión por el tren o autos híbridos o eléctricos buscando minimizar la huella de Carbono.
El movimiento tomó fuerza con la aparición en la escena mundial de Greta Thumberg, la activista sueca que aboga por el cuidado del medio ambiente y que hasta cruzó el Atlantico en velero para ir a una conferencia del cambio climático en Washington para no volar.
Increíblemente la ciudad de La Haya en los Países Bajos tomó la decisión en el 2024 de prohibir la publicidad en espacios públicos que promocionen productos de los derivados de los combustibles fósiles como los cruceros, los viajes en avión y hasta los autos, prohibición que entró en vigencia en enero de este 2025.
Esta decisión responde a un llamado del jefe de la ONU, Antonio Guterres, instando a los gobiernos a que supriman tales anuncios, de modo análogo a las medidas contra el tabaco que se pusieron en marcha en la década de los 60.
“La Haya aspira a ser climáticamente neutra para el 2030. Por tanto, no es conveniente permitir la propaganda de productos de la industria fósil", dicen desde el Ayuntamiento.
No son los únicos que opinan que tales medidas son necesarias. “Un vuelo intercontinental, un crucero marítimo o un SUV pueden consumir por sí solos nuestro presupuesto de CO2 per cápita para todo un año. La publicidad de productos de altas emisiones tiende a aumentar sus ventas despertando supuestas necesidades en los consumidores”, alega Uwe Krüger, científico de la comunicación de la Universidad de Leipzig, y autor del informe «Haciendo publicidad a los asesinos climáticos: Cómo la publicidad en televisión y YouTube viola el Tratado Interestatal de Medios de Comunicación alemán’.
Los que se oponen
La Asociación Neerlandesa de Agencias de Viajes y Touroperadores (ANVR) y TUI han iniciado un procedimiento judicial contra el municipio de La Haya (Países Bajos) debido a la prohibición de publicitar viajes en los espacios públicos.
TUI presentó una demanda por considerarse gravemente afectada por la medida, y es que cuenta con numerosas agencias de viajes en la ciudad y suele ser un anunciante habitual en los soportes exteriores. No obstante, Arjan Kers, director general de TUI Países Bajos y Bélgica, sostiene que lo hacen “en beneficio de todo el sector”.
TUI considera que la medida supone una restricción ilegal de la libertad de expresión y defiende que los productos y servicios publicitados “no están prohibidos y que son utilizados por un gran porcentaje de la población holandesa”. De hecho, a modo de protesta han lanzado una campaña en la que ‘censuran’ el nombre del destino y los precios.
Según TravMagazine, el juicio ya ha comenzado y la representación del sector turístico es más fuerte que en un inicio, al sumar a la filial neerlandesa de Dertour -Prijsvrij Vakanties & D-reizen- en la lucha contra la controvertida prohibición de publicidad.
En el procedimiento sumario, que ha generado gran interés por sus implicaciones futuras, el juez presidente Hoekstra-van Vliet ha recalcado que en el litigio no se dirimirán asuntos medioambientales, sino si un ayuntamiento tiene derecho a imponer este tipo de prohibiciones y si estas no vulneran la libertad de expresión.