Los comunes han alcanzado un acuerdo con el Govern para duplicar la tasa turística en toda Cataluña. Para justificar el tarifazo, el gobierno autonómico ha esgrimido que el 25% de los recursos generados por la tasa se destinarán a políticas de acceso a la vivienda. Hasta ahora, la parte de la tasa asumida por la Generalitat --el 50%, la otra mitad se la quedan los ayuntamientos-- se destinaba íntegramente a promoción turística.
La medida será ratificada por la consellera de Economía y Finanzas, Alícia Romero, y líder de los comunes, Jéssica Albiach.
"Yo creo que muchísimos catalanes y catalanas lo están pasando muy mal, y yo creo que los turistas que nos visitan pueden hacer un pequeño esfuerzo más para que tengamos más recursos, por ejemplo, para destinarlos a lo que hoy es el principal problema del país, que es el acceso a la vivienda", ha valorado el portavoz parlamentario de los comunes, David Cid, en una entrevista en SER Catalunya.
Impacto en Barcelona
La posibilidad de doblar la tasa implicará que, en la ciudad de Barcelona, los hoteles de cinco estrellas y de gran lujo pasen a cobrar a sus huéspedes de 3,50 a 7 euros por noche; los de cuatro estrellas, de 1,70 a 3,40 euros, y las viviendas de uso turístico, de 2,25 a 4,50 euros.
Respecto a los cruceristas, los que permanezcan menos de 24 horas en la ciudad deberán abonar de 3 a 6 euros; los que pasen más de 24 horas, de 2 a 4 euros; y el resto de establecimientos, de 1 a 2 euros.
En Barcelona, que actualmente aplica un recargo municipal de 4 euros, el ayuntamiento podrá duplicar también este concepto. Por tanto, en el caso de los hoteles de cinco estrellas y gran lujo, la tasa escalará hasta un tope de 15 euros por noche.
Nuevo recargo municipal
Fuera de Barcelona, los hoteles de 5 estrellas y de gran lujo pasarán a cobrar de 3 a 6 euros por noche; los de 4 estrellas, de 1,20 a 2,40 euros; las viviendas de uso turístico, de 1 a 2 euros; los cruceristas que permanezcan menos de 24 horas en la ciudad, de 3 a 6 euros; los que pasen más de 24 horas, de 2 a 4 euros; y el resto de establecimientos, de 0,60 a 1,20 euros.
Además, el acuerdo contempla que todos los ayuntamientos puedan aplicar el mismo recargo que hasta ahora solo tenía autorizado Barcelona, hasta un máximo de 4 euros.
La tasa turística generó una recaudación de 85 millones de euros en 2023 y de 90 millones en 2024. Con las nuevas alzas, la Generalitat podría rozar los 200 millones este año si se mantiene el flujo de visitantes extranjeros.
Denuncia
Por su parte, la patronal Confecat (Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña) ha denunciado la "asfixia fiscal continua a que está sometido el sector del alojamiento turístico" en la comunidad.
"Esta medida amenaza con destruir la competitividad de un tejido empresarial clave para el desarrollo económico y social", ha añadido en un comunicado. Además, ha criticado que los recursos generados por la tasa se destinen a actividades ajenas al turismo.
"La entidad considera que es prioritario que estos recursos sirvan para paliar la falta de inversiones en todas aquellas infraestructuras necesarias para garantizar una salud turística correcta en el país", concluye el texto.
También el Gremio de Hoteles de Barcelona se ha sumado al rechazo manifestado por Confecat.
"De aplicarse esta medida, Barcelona se convertiría en la ciudad de Europa con el impuesto turístico más elevado en todas las categorías hoteleras, por encima de ciudades como París y Roma (cuyos precios medios hoteleros son superiores a los de la ciudad condal)", indica el gremio hotelero.
No somos culpables de la falta de viviendas
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) ha manifestado que rechaza "tajantemente" esta medida y muestra todo su apoyo a Confecat.
Según sostiene la patronal hotelera española, "hoteles, campings, balnearios, apartahoteles, turismo rural, apartamentos… no son los culpables de la falta de vivienda y del incremento desmesurado de los precios para los residentes".
CEHAT denuncia que las "verdaderas" causas de la falta de vivienda o del incremento de su precio "se deben a las propias actuaciones de las administraciones públicas por una multiplicidad de factores", lo cual exigiría "un auténtico pacto de estado para solucionar este problema".
Para Jorge Marichal, presidente de CEHAT, "nuestras Administraciones Públicas ven al turismo en muchísimas ocasiones como un flujo ilimitado de recursos que nunca se terminará y del que pueden detraer las cantidades que consideren para paliar su propia incompetencia. Rechazamos estos impuestos a nuestros visitantes porque el mundo es global y pueden elegir otros muchos destinos de una manera muy sencilla”.