En el último acontecimiento, los líderes de Ámsterdam han anunciado planes para reducir el número de cruceros fluviales que entran en la ciudad. La medida ha sido descrita como una de las "cien" medidas de este tipo que los líderes de la ciudad holandesa están implementando para abordar el problema del turismo excesivo, según Dutch News.
Alrededor de 2.300 cruceros atracaron en Ámsterdam en 2023. Dentro de cuatro años, Ámsterdam quiere que esa cifra se reduzca a solo 1150. Si se logra ese objetivo, se reduciría el número de turistas en la ciudad en unos 271.000, informó Dutch News.
Si bien la reducción del número de turistas ayudaría a aliviar el exceso de turismo, también será un golpe para la economía de la zona. Según el plan, la economía regional perderá unos 78 millones de dólares al año.
El exceso de turismo creado por los visitantes de cruceros alcanzó un frenesí particular durante la temporada de bulbos de primavera del país, cuando 1.000 barcos fluviales atracan en la capital, dice la jefa de finanzas de Ámsterdam, Hester van Buren. "Tenemos el compromiso de mantener el número de turistas por debajo de los 20 millones al año".
"No estoy diciendo que esto vaya a resolver el problema de demasiados turistas", agregó Van Buren. Sus comentarios se produjeron durante una presentación el miércoles que se centró en los planes de la ciudad para reducir los barcos fluviales. "Esta es una de una serie de medidas para reducir el número de turistas en total. Se trata del hacinamiento y de los autocares aparcados por todas las aceras".
Los cambios también tendrán un impacto significativo en la industria hotelera de Ámsterdam. La investigación recopilada por los líderes de la ciudad muestra que la reducción del número de barcos fluviales también significará alrededor de 200,000 noches menos que los viajeros pasarán en hoteles locales.
Los propietarios de hoteles, por su parte, han dicho que buscarán otras fuentes de viajeros para llenar esas habitaciones vacías.
"No hacemos recorridos en autobús en general, pero hacemos mucho con los cruceros fluviales", dijo a Dutch News Remco Groenhuijzen, gerente general del hotel Movenpick en el centro de la ciudad. Esta política sólo tiene un valor simbólico. No resuelve nada".
Ámsterdam también lanzó recientemente la segunda parte de su campaña "stay away". Se trata de otro programa destinado a reducir el número de visitantes que llegan a la ciudad, concretamente turistas de bajo presupuesto que vienen a disfrutar de la cultura de la marihuana de la ciudad.
Por Mia Taylor
Fuente https://www.travelpulse.com