La aerolínea de bandera de Dinamarca, Noruega y Suecia, solicitó la protección por bancarrota del Capítulo 11 en Estados Unidos, un día después de que 1000 de sus pilotos llamaran a una huelga. Mientras tanto los ánimos se caldean entre otros trabajadores de compañías aéreas.
Mientras el estado Noruego se plantea volver a ingresar en el capital de Scandinavian Airlines (SAS), la aerolínea se vio fuertemente afectada por el caos de los aeropuertos norteamericanos y europeos y los problemas laborales de sus propios empleados, por lo que priorizó sostener la operatoria en forma normal ya que el Capítulo 11 les entrega las herramientas legales para fortalecer su posición financiera.
La compañía señala que durante este proceso continuará con las operaciones tanto en SAS como en sus subsidiarias SAS Connect, SAS Link, Cityjet Xfly y Air Baltic, y que estas no se verán afectadas por el procedimiento judicial. No obstante, recuerdan que sí se verán afectados por la huelga de pilotos de SAS Escandinavia convocada para este verano tras el fracaso de las negociaciones en materia salarial. "SAS continuará sirviendo a sus clientes con normalidad, aunque la huelga de los sindicatos de pilotos de SAS Scandinavia afectará el horario de vuelo", comunicó la empresa a sus clientes.
“Para proceder con la implementación de los elementos clave del plan, SAS y algunas de sus filiales se han acogido voluntariamente al capítulo 11 en Estados Unidos, un proceso legal de reestructuración financiera llevado a cabo bajo la supervisión de un tribunal federal estadounidense”, ha indicado la aerolínea en un comunicado.
La aerolínea está cancelando más de la mitad de sus vuelos programados, lo que se suma a las interrupciones generalizadas de los viajes que ya ocurren en toda Europa. Hasta las 8 a.m. hora del este del martes 5 de julio, SAS había cancelado 236 vuelos, un enorme 78% de su volumen diario, según FlightAware. En Noruega, estos incluyen el 21% de los vuelos que salen del aeropuerto de Oslo Gardermoen; El 16% sale del aeropuerto de Tromso y el 15% de los vuelos salen de los aeropuertos de Trondheim y Kristiansand.
Además, la aerolínea señala que a 30 de junio de 2022 disponía de efectivo y equivalentes por valor de 7.800 millones de coronas suecas (722 millones de euros), pero que la huelga tiene un impacto negativo sobre la liquidez y la posición financiera de la empresa, que puede ser “importante si la huelga se prolonga”.
El ministro de Comercio e Industria de Noruega, Jan Christian Vestre, ha valorado la opción del Estado noruego de entrar a participar de nuevo en el capital de la aerolínea Scandinavian Airlines System (SAS), en graves problemas financieros y de la que son copropietarios los Estados sueco y danés. Noruega abandonó el accionariado de SAS entre 2016 y 2018.
"Dada la situación de la empresa podemos, en ciertos términos, aceptar convertir la deuda pendiente en acciones si lo consideramos necesario", ha señalado Vestre en declaraciones recogidas por el medio danés The Local. Este anuncio llega apenas dos semanas después de que Suecia anunciara su rechazo a un nuevo rescate de la compañía y su paulatina desvinculación del accionariado por su grave situación financiera.
Mientras tanto el malestar entre los sindicatos de pilotos y trabajadores de aerolíneas se ha convertido en un problema mundial, agregando más caos a un entorno de viaje ya tenso.
Los trabajadores de British Airways se están preparando para una huelga en las próximas semanas por las demandas de que se revierta un recorte salarial del 10% implementado durante la pandemia. Y en España, el personal de la aerolínea de bajo costo Ryanair ha anunciado que estará en huelga durante 12 días en julio en un esfuerzo por garantizar mejores condiciones de trabajo
En los Estados Unidos, la escasez de pilotos ha estimulado una oleada de manifestaciones recientes y contratos renegociados entre las aerolíneas y los sindicatos de pilotos.
A fines de junio, pilotos descontentos de Southwest Airlines hicieron un piquete en la sede de la compañía en Dallas y cerca de la entrada del aeropuerto Love Field para exigir un mejor contrato sindical.
El 30 de junio, los pilotos de Delta Air Lines hicieron un piquete en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) durante una protesta por el contrato sindical.
También el mes pasado, más de 1.200 pilotos y personal de Delta Air Lines realizaron manifestaciones y piquetes en los principales aeropuertos de Estados Unidos en Atlanta, Detroit, Los Ángeles, Minneapolis, Nueva York, Salt Lake City y Seattle, pidiendo salarios más altos, entre otras demandas.
La semana pasada, American Airlines ofreció a sus pilotos aumentos salariales de casi el 17% en un nuevo contrato. La semana anterior, United Airlines llegó a un acuerdo tentativo con sus pilotos que incluye aumentos salariales del 14,5% en un plazo de 18 meses.
Fuentes: https://www.tourinews.es https://www.agenttravel.es/ /https://www.forbes.com