El vice presidente de Comunicaciones Corporativas de Amadeus, Dan Batchelor, reflexiona sobre cómo deberá ser la tarea conjunta de los integrantes del sector turístico para salir de la crisis del Covid.

A medida que comienzan a levantarse las restricciones por la pandemia en todo el mundo, es importante considerar cómo ponemos los bloques de construcción para un nuevo mundo de los viajes. Debemos empezar a pensar de nuevo en nuestro sector mientras nos esforzamos por construir una industria mejor, más digital, más personalizada y sostenible.

En los últimos dos años, cuando la COVID-19 tuvo al mundo en sus manos, nos vimos inicialmente desafiados a pensar de forma creativa sobre cómo asegurar el retorno de los viajes globales. En este difícil contexto, nuestra industria ha demostrado ser decisiva y dinámica.

Ahora que la confianza está volviendo a muchos mercados, el núcleo de nuestra misión actual es construir una mayor resistencia como industria de los viajes. Por eso lanzamos nuestra iniciativa Renew Travel. Como parte de nuestros esfuerzos para apoyar a nuestros clientes y socios, estamos comprometidos con la renovación continua de nuestra industria, lo que implica no sólo acelerar la recuperación, sino también construir una industria más fuerte y centrada en el viajero que nunca.

Resiliencia mediante la colaboración entre sectores

Desde el inicio de la pandemia, Amadeus ha trabajado codo con codo con nuestros clientes para ayudar a acelerar la recuperación, dotándoles, en la medida de lo posible, de las herramientas necesarias para adaptarse a la evolución de las necesidades de los viajeros.

Cuando se trata de cumplir los requisitos de todo el sector, como las iniciativas de viajes seguros, la sostenibilidad y la garantía de la salud y el crecimiento a largo plazo de los viajes, nos comprometemos a apoyar una mayor colaboración en todo el ecosistema de los viajes.

Al situar al viajero en el centro de todo lo que hacemos, podemos ayudar a superar los retos de la fragmentación y la fricción que se interponen en el camino de las grandes experiencias de viaje. Pero sólo podemos hacerlo trabajando juntos, como un solo sector.

Utilizar la digitalización para acelerar la evolución del sector

El ritmo de la digitalización sigue acelerándose, aportando auténticas ventajas tanto a nuestros clientes como a los viajeros.

Por ejemplo, se ha acelerado enormemente la velocidad de implantación de la biometría en los aeropuertos de todo el mundo.  Esto dará lugar a viajes más fluidos, ya que los puntos de contacto físicos disminuyen y los tiempos de espera se reducen. La digitalización también nos permite integrar fácilmente los nuevos requisitos de acreditación sanitaria. Mientras tratamos de renovar nuestra industria, este es un ejemplo de un cambio que se convertirá en permanente, lo que significa que los viajes no sólo serán más seguros, sino más rápidos y eficientes.

También estamos en camino hacia una sociedad cada vez más sin dinero en efectivo, ya que los pagos digitales han experimentado un aumento masivo en los últimos años. Este cambio, por el que abogamos desde hace tiempo, permitirá a las empresas de gestión de viajes una mayor visibilidad de los viajes y los gastos, creando una rica fuente de datos que podrá aprovecharse de formas nuevas e interesantes.

Para los viajeros de ocio, también se han producido cambios que probablemente perduren. Los hoteleros han invertido en llaves digitales, que permiten a los huéspedes acceder a las habitaciones con una simple aplicación, mientras que las habitaciones de hotel inteligentes ofrecerán una experiencia mejor, más cómoda y personalizada a los huéspedes.

El hilo conductor de todos estos ejemplos es que la tecnología está impulsando la renovación. Debemos ser más inteligentes como industria para anticiparnos a las necesidades siempre cambiantes del viajero.

Reforzar la confianza de los viajeros

Pero nuestro trabajo no ha terminado. La confianza sigue siendo frágil y debemos movernos con convicción para garantizar que no se pierdan los logros alcanzados.

Las fronteras de algunos mercados importantes siguen cerradas a los viajeros internacionales, y otras cuestiones como la consecución de las emisiones netas cero y la actual incertidumbre mundial siguen planteando retos a nuestro sector.

Puede que la crisis haya centrado las mentes a corto plazo, pero también nos ha abierto los ojos a la posibilidad de cambio y renovación a largo plazo.

Hemos sido testigos de una nueva apertura a la innovación, a las nuevas formas de hacer las cosas, y esto debe ser aceptado mientras fortalecemos nuestra industria para que pueda seguir siendo una fuerza para el bien.

La demanda de viajes es inquebrantable y nuestro optimismo sobre el futuro de nuestra industria no ha disminuido. La pandemia ha demostrado que la mentalidad, la determinación y el compromiso son importantes.

Estamos preparados, como lo hemos estado durante más de tres décadas, para desempeñar nuestro papel en su continuo crecimiento y prosperidad.

Aplicando la tecnología y la innovación, desarrolladas con el viajero en el centro, podemos potenciar y permitir que el ecosistema de los viajes ofrezca las grandes experiencias que todos deseamos, ya sea que viajemos con la familia, los amigos o los colegas.

Juntos, podemos renovar nuestro sector.