Varias compañías aéreas ya están aumentando sus tarifas o cobrando un plus por combustible ante la situación generada por el conflicto entre Ucrania y Rusia que elevó los precios del petróleo y los combustibles.
KLM - Air France anunció que desde este viernes 25 de marzo comienzan a regir nuevos precios debido a que aplicará un suplemento por el encarecimiento del combustible. La alemana Lufthansa y sus filiales, también revisarán al alza sus tarifas en breve.
Los recargos son variables, dependiendo de la duración del viaje. Por ejemplo, un Ámsterdam-da Nueva York tendrá un incremento de 40 euros que se convertirán en 100 si el viajero va en clase Business.
El costo del combustible puede suponer normalmente alrededor del 35 por ciento del precio final del pasaje o, si se prefiere, de los costos totales de la compañía. Es el concepto más variable de todos porque, tal como se ha visto estos días, su precio no sólo es errático sino que tampoco se pueden predecir las magnitudes de las variaciones.
Aunque el incremento del combustible va a suponer una variación de los precios finales, será absolutamente diferente el impacto en las cuentas de las compañías, dependiendo de si tienen o no asegurado el precio del combustible. Si no lo tienen, ese aumento de ingresos servirá para evitar pérdidas; si lo tienen, servirá para aumentar beneficios o añadir margen competitivo.
También la aerolínea portuguesa TAP ha anunciado que va a subir la sobretasa de combustible para hacer frente a la escalada del petróleo. Además, ha reconocido que a corto plazo es "inevitable" que aumenten los precios de los viajes.
Malaysia Airlines dijo que implementaría un recargo por combustible para algunos mercados a partir del 23 de marzo y administraría la capacidad para reducir las rutas no rentables ante el desmedido aumento del combustible.
AirAsia cobra desde el pasado 5 de marzo recargos por combustible en sus pasajes por primera vez desde 2015. Mientras tanto, las aerolíneas chinas también están incrementando los recargos por combustible en las rutas nacionales, al igual que recientemente lo hicieron las japonesas del ANA Holdings y Japan Airlines y Emirates.
IATA ya lo había anunciado
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo había dicho hace ya unos días que las sanciones resultantes de la agresión militar de Rusia a Ucrania, así como los cierres de espacio aéreo, tendrían un impacto muy negativo en los viajes, principalmente entre países vecinos y en los mercados entre Europa y Asia y Asia y Norteamérica. Además el aumento de los precios del combustible ha comenzado a ejercer una importante presión en los costos de las aerolíneas. El director general de IATA, Wilie Walsh, precisó que, desde el 4 de marzo, el combustible para aviones se cotiza a más de 140 dólares el barril, un golpe muy duro de absorber por una industria que aún está luchando por reducir las pérdidas ocasionadas por la crisis de COVID-19 de dos años.