Después de su cierre allá por el 2020 ahora se anuncia que tanto el edificio como sus muebles serán vendidos en bloque. 90 años de historia sobre la Avenida de Mayo pueden terminar por tan sólo 7 millones de dólares.
Importantes personalidades de la cultura, la política y el arte dejaron su huella en el hotel que tras su cierre en plena pandemia busca ser reconvertido en unidades para vivienda permanente, transformando las habitaciones en monoambientes.
Por allí pasó Federico García Lorca en 1933 residiendo durante 6 meses; su habitación, ambientada por el Gobierno porteño, podía visitarse como un museo. Por el hotel también pasaron escritores como Oliverio Girondo y Alfonsina Storni, el artista Carlos Gardel y los expresidentes Arturo Frondizi y Marcelo T. de Alvear.
El hotel, que fue uno de los edificios más altos de la Avenida de Mayo, cuenta con un gran lobby, recepción de mármol; un front desk circular de madera, una terraza con vista al río, salón de eventos con capacidad para 240 invitados, un restaurant y un bar que fue declarado por el Gobierno de la Ciudad como "Notable" y fue un diseño del arquitecto italiano Mario Palanti, quien proyectó también el Palacio Barolo.