La semana pasada hablábamos que para la recuperación del turismo era necesario estabilidad económica, previsibilidad y mantener la asistencia financiera a las empresas del sector. Si el gobierno nacional no coincide en esos tres puntos básicos para el desarrollo de cualquier actividad económica en el país, pero fundamentalmente para la actividad turística, va a ser muy difícil la reactivación esperada.
La nueva medida implementada por el Banco Central a partir del viernes pasado es una piedra más en el camino de la recuperación porque los funcionarios han olvidado que los aviones que traen a los pasajeros que llegan con sus dólares o euros para gastar en nuestro país vienen, pero antes van, y como siempre hemos dicho el turismo es un negocio de ida y vuelta, si los aviones no llevan pasajeros de acá para allá difícilmente traigan pasajeros de allá para acá. Tan simple como eso. Un ida y vuelta.
Las líneas aéreas, que en el mundo son empresas privadas, hace mucho tiempo ya que dejaron de ser beneficiadas por los estados, por lo tanto, cuando un destino deja de ser negocio cancelan sus vuelos a ese destino.
En momentos en que estamos hablando de recuperación de frecuencias y de recuperación de aerolíneas que vuelven a operar Argentina como destino, una medida de este tipo lo único que provoca es el replanteo de cuan negocio puede ser volar a nuestro país en este nuevo contexto, ya no se trata de las trabas que se le ponen al pasajero para viajar al exterior hay cuestiones más profundas que probablemente no se hayan tenido en cuenta al mirar el real faltante de dólares en las arcas del estado.
Para el hombre común en nuestro país hoy viajar al exterior es prácticamente una utopía, aunque sea pagando en cuotas, porque una familia tipo en un viaje a Miami, por ejemplo, no gastaría menos de 10 mil dólares, lo que hoy significaría casi dos millones de pesos, y suponiendo que lo pudiera pagar en 12 cuotas hablamos aproximadamente de 150 mil pesos por mes por cada una de ellas. Según nuestro modesto saber y entender ¿Cuántas familias podrían pagar esas cuotas mensualmente?
En el mismo contexto para el turista extranjero que debe abordar aviones que lleguen a la Argentina la situación es absolutamente inversa ya que los valores argentinos transformados en divisas para los visitantes del exterior vuelven sus gastos en una oferta sin precedentes. Sólo para poner un ejemplo, una comida en un muy buen restaurante alcanza valores irrisorios en sus países de origen.
Cuidar que la actividad turística no produzca salida de divisas es entendible, pero no entender el ingreso de divisas que puede generar en condiciones de previsibilidad es inaceptable.
Como decía el ex Ministro de Turismo Gustavo Santos tal vez nos alcanzaría con solo aspirar a ser un “país normal”.