Scioli habla de una "Batalla Cultural en Turismo" y hace alarde de la eliminación del Previaje, la desregulación y la "libertad de elegir". ¿El resultado? en 2024, el turismo argentino se fue a pique.
• Muchos más argentinos salieron al exterior que extranjeros llegaron al país: saldo negativo de 1.039.500 turistas.
• Pérdidas de US$2.125,8 millones para la economía nacional.
Ahí empieza a entenderse la desesperación por conseguir dólares (¿Será que la baja de retenciones busca urgentemente las divisas que se están perdiendo con los viajes masivos al exterior?). Cualquiera tiene el derecho de viajar y disfrutar por el mundo, pero el Estado tiene que asegurar un equilibrio en la balanza turística y promover el ingreso de divisas al país.
Scioli sigue con el relato de la "libertad" y la "eficiencia", pero la realidad muestra un abandono absoluto. Mientras Argentina se vuelve carísima por las políticas nefastas del gobierno nacional, se eliminaron programas clave y no hay un plan serio para atraer turismo extranjero ni mover el turismo interno.
El turismo no se reactiva con eslóganes ni discursos vacíos. Hace falta política en serio, un Estado activo y medidas concretas para que el sector vuelva a ser competitivo y crecer.